“BUSCANDO COMPLICES EN LA COMUNIDAD”
La buena práctica consiste en empoderar a la persona y dotar de herramientas al entorno.
La persona de apoyo que acompaña ayuda al entorno a entender la problemática de la persona con discapacidad intelectual y paralelamente aumentar la calidad de vida de ella.
El proyecto nació a consecuencia del programa de apoyo en el contexto comunitario de personas con discapacidad y salud mental donde trabajamos un equipo transversal, pedagoga, psicóloga, trabajadora social, técnico de apoyo y técnico de la seguridad social.