Si nuestras organizaciones trabajan para mejorar el empoderamiento de las personas con discapacidad intelectual y su inclusión en la sociedad… ¿no podríamos dar un paso más e implicarlos de una forma más directa en la toma de decisiones de nuestras organizaciones?
Nuestra experiencia trata sobre la incorporación de una persona con discapacidad a la junta directiva y los beneficios que esto está suponiendo para la propia persona, para el resto de usuarios y para la organización en general.
Os animamos a leerla y ponerla en práctica en vuestras entidades!!!